- ¿Sabes?
Creo que me he vuelto adicta al tacto de tu piel – ronroneó ella en mi oído,
lanzándome su cálido aliento al lóbulo derecho. – No podría sobrevivir sin
volver a sentir tus manos recorriendo mi cuerpo desnudo, enganchándose en mis
vértices, asimilando mis curvas, jugando en los huecos de mis costillas, y
perdiéndose en cada recodo. Necesito tus dedos, largos y ligeramente ásperos,
en contacto con mi piel para sentir que sigo viva, cariño.
La atraje con fuerza hacia mí. La sábana nos cubría
hasta la cintura, pero nuestros cuerpos desnudos se entrelazaban bajo ella,
amoldándonos el uno al otro como si hubiéramos nacidos para encajar. Éramos la
pieza que faltaba en el rompecabezas en el que se había convertido nuestra
vida.
Sonreí en la penumbra, mientras su pelo se esparcía
encima de mi cuerpo, haciéndome cosquillas en los brazos y en el pecho. Ella
lanzó un suspiro satisfecho y apoyó la cabeza en la base de mi cuello,
inhalando mi aroma. Una de sus manos se aferró a mi omóplato, mientras la otra
se deslizaba por un lateral de mi busto hasta encontrarse con mi mano, que se
escondía bajo la ropa de cama.
Entonces, el incendio empezó. Siempre que ella
estaba a mi lado, sucedía. Siempre que mi piel rozaba cualquier fragmento de la
suya, sobre todo cuando eran nuestros labios los que chocaban con pasión.
Comenzaba a la altura del pulmón izquierdo, un calor que se extendía por todo
el pecho. Mis latidos se volvían frenéticos, los pelos se me ponían de punta,
me fallaba la respiración. El fuego continuaba su avance, concentrándose en los
puntos donde ella me tocaba, hasta que todo yo era consumido por las lenguas
ardientes del incendio y solo podía concentrarme en respirar para no morir
aplastado por su intensidad.
Fue así desde el principio. Química, lo suelen
llamar. Una sonrisa espontánea, dos parpadeos que dicen sígueme, cariño. Y un porqué no. La chispa que surgió nada más
mirarnos a los ojos y que se convirtió en electricidad, la chispa que nos
electrocutó a ambos. Su olor se convirtió en un detonante para todos mis
primitivos impulsos: lujuria, celos, ira. Quería aferrarme a ella y no dejarla
marchar jamás. Encadenarla a mi cama si era necesario.
Me costó ser razonable aquella primera vez, cuando
la conocí. Y me sigue costando, sobre todo cuando el incendio me devasta por
dentro, quemando toda la cordura a su paso, dejando mi visión de color rojo.
Entonces, necesito beberme sus labios a besos para no agonizar. Necesito
colarme en medio de sus piernas y que ella me apriete contra su pecho muy fuerte.
Que me clave las uñas en la espalda y me pida que no la deje nunca, mientras yo
me muero de placer con sus palabras y los movimientos acompasados de nuestros
cuerpos. Y su perfume rodeándome. Sus labios amoldándose a los míos, con ese
sabor tan exquisito e inigualable, uno que solo existe en ella.
Empecé a acariciarle el pelo con la mano que tenía
libre, para luego seguir por su espalda, dejándome que mis dedos recorrieran el
camino de su columna vertebral como sabía que a ella le gustaba. Me miró a los
ojos un instante y entonces… se pasó la lengua por los labios entreabiertos, mientras clavaba las uñas en mi piel, con el incendio latente en mis venas.
Y ese gesto fue mi perdición.
He leído esta entrada con dos dias de retraso así que lo más o menos justo sería poner dos palabras menos en este mi comentario y nunca te diré cuales son.Intercambio equivalente ♥
ResponderEliminarLa entrada...sabe mejor recién salida del cerebro...pero aquí estoy,48 horas más tarde a punto de decirte que no ha estado mal pero tampoco es de las mejores.Es como esa película que puedes ver muchas veces pero a más veces menor emoción.Pero me gusta Desi <3 me encanta como has descrito la situación.No,enserio,basta ya.¿Cómo demonios lo haces? Es un toque de...no sé, hasta sensual. Es como si al escribir acariciaras cada una de las palabras y les dieras una palmadita en la espalda. Las acomodas en el texto que ni una madre a su retoño hace!!
(PD. >_<)
Pienso igual que Irene cuando dice que "Es como si al escribir acariciaras cada una de las palabras." Envídio tu forma de lograr que unas miseras palabras tengas sentido y suenen de la mejor manera posible. Me gustá porque a pesar de no ser tan largo como otros textos que has escrito me he metido rápidamente en lo que sucedía.
ResponderEliminarSimplemente LOVE LOVE LOVE.
El ánonimo de arriba soy yo :) Noa la que tarda un siglo en comentarte jaja
EliminarAwr, Noa, gracias por pasarte <3 A mí esta entrada en especial no me hacía mucha gracia, pero ahora casi la veo con buenos ojos gracias a Irene y a ti <3
EliminarSi dos personas sintieran eso, tu qué harías?
ResponderEliminar¿Si yo fuera una de ellas? Incendiarme, claro.
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